viernes, 23 de diciembre de 2011

EL PARTIDO POPULAR MANIFIESTA SU FRANQUISMO

El expresidente del Congreso, José Bono, colocó el busto de Azaña en el vestíbulo principal del Congreso. EFE


En el juramento de Rajoy ante el Rey quedó patente el nacionalcatolicismo, y en la eliminación del busto de Manuel Azaña, presidente de la II República, de un lugar relevante en el Congreso de los Diputados, se manifiestan las raíces irrenunciables del Partido Popular hincadas en el franquismo. Su fidelidad al 18 de julio de 1936 está presente en todos sus actos, manteniendo las estatuas del dictador allí donde puedan o gobiernan. El rechazo a la República es el motivo que les conduce a ser monárquicos, y en ese punto concurren con Juan Carlos I, que fue el dictador hacedor de reyes, quien le propuso para instaurar la monarquía. Ambas instituciones, la Corona y el Partido Popular, jamás condenarán al franquismo porque son beneficiarios del golpe que derrocó la República. Juan Carlos I se benefició recuperando el trono perdido por su abuelo y el PP administra el botín de guerra derivado del enfrentamiento fratricida provocado por su complicidad manifiesta. Junto con la Iglesia, la derecha y la Falange, los generales golpistas auparon a Franco e implantaron la dictadura. El PP y el franquismo han sido uña y carne antes y después de la muerte del sátrapa. El nexo de conexión está en Manuel Fraga, ministro estrella de Francisco Franco y más tarde del Gobierno de S.M. La Constitución de 1978 no hizo posible el milagro de la reconciliación entre los españoles. Los crímenes del franquismo quedaron impunes. El rey consiguió la legitimidad que el pueblo le otorgó, no por la legalidad que Franco le había otorgado por la Gracia de Dios. El día que Juan Carlos I condene el golpe de estado que su padre Don Juan, una vez consumado apoyó, y la dictadura que le llevó al trono, esa fecha será un gran día… Reconocer a la II República y condenar al franquismo, es tanto como entrar por la puerta grande en la Constitución y en la Historia. Y los franquistas del PP se quedarían solos sin la complicidad implícita de la Corona. La II República y la Constitución de 1978, tienen la misma base legal y legítima, el pueblo. El presidente Manuel Azaña y jefe del estado Juan Carlos I, comparten la misma base legal y legítima. Pedro Taracena Gil

El PP esconde el busto de Azaña en el Congreso.

La efigie fue trasladada ayer al de la segunda ampliación del Congreso. El PSOE pedirá explicaciones.

PÚBLICO MADRID 23/12/2011 Sólo ha permanecido 23 días en el lugar de honor en el que lo colocó el expresidente del Congreso, José Bono. El PSOE pedirá explicaciones en la Mesa del Congreso, su órgano de gobierno, por el cambio de ubicación del busto del presidente de la II República Manuel Azaña, colocado hace tres semanas en el vestíbulo principal de la Cámara. La efigie fue trasladada ayer al de la segunda ampliación del Congreso, ocupando el lugar que ocupaba el busto del exministro Ernest Lluch, asesinado por ETA, que ha sido desplazado unos metros. La Mesa del Congreso no había tratado esta cuestión, según se quejó el PSOE, reclamando al PP, que dirige la Cámara con mayoría absoluta, "un mínimo de respeto". En su día, Bono quiso conferir a Azaña especial relevancia por tratarse de un Jefe de Estado y ubicó su estatua en un lugar privilegiado. Durante su presentación, el expresidente socialista del Congreso advirtió de que cambiar la ubicación de la escultura sería "deshonrar la memoria de la libertad".

jueves, 22 de diciembre de 2011

APERTURA CONSTITUYENTE

Para adherirse al manifiesto ir a

NOSOTROS EL PUEBLO SEREMOS LAS ASAMBLEAS CIUDADANAS CONSTITUYENTES

Sus promotores le ruegan, que si está de acuerdo con su contenido, participen activamente en su difusion. Un procedimiento rápido para ello puede ser, por ejemplo, la colocación de esta misma página en los muros de facebook.


sábado, 10 de diciembre de 2011

domingo, 4 de diciembre de 2011

EL FRANQUISMO Y LA IGLESIA MARIDAJE PERVERSO

El 17 de julio de 1936, Franco acompañado de parte del ejército, apoyado por la Iglesia, la burguesía caciquil, Falange Española y de la JONS, los monárquicos (Don Juan de Borbón) y el capital, planificaron el exterminio de todos los españoles que defendieran la República y fueran sospechosos de resistirse al golpe sangriento. No fue la resistencia quien defendiendo el orden constitucional, provocó la guerra civil, sino los criminales que se levantaron contra una constitución igual de legítima que la de 1978. Los vencedores implantaron una dictadura que duró más allá de la muerte del sátrapa, que desencadenó la más cruenta de las felonías. Y una vez desaparecido el cruel déspota, el franquismo sigue vivo en las filas del Partido Popular. Haciendo un ejercicio de cinismo sin precedentes en la Historia, los franquistas han perpetuado el rechazo a la República, régimen legal que sus ancestros destruyeron. Siguen ensalzando la inevitable guerra que cambiaron de nombre; denominándola Cruzada de Liberación Nacional. Y camuflándose en la Constitución de 1978, la han fosilizado y siguen sin condenar al franquismo. De hecho funciona perfectamente el maridaje Iglesia Estado y la alianza trono altar. Los acuerdos con la Santa Sede son la expresión más perversa que una democracia puede firmar, al margen de la Constitución, donde los socialistas son responsables de su política de cobardía ante la podredumbre eclesiástica. Si no fuera porque ha costado mucha sangre que ahora se trata de borrar de nuestra memoria, se diría que este último siglo español, es "El elogio de la estupidez", que escribiera de su época, Erasmo de Rotterdam. Inauguramos una etapa donde el Partido Popular bajo el escudo del liberalismo económico impuesto por los banqueros usureros y los mercados especuladores, militan en el más puro franquismo. Franco, Fraga, Aznar, Rajoy, Cospedal, Mayor Oreja, Aguirre y una larga relación de secuaces del nacionalcatolicismo. En el Tribunal Supremo esperan para Juzgar a Garzón, un juez que molesta mucho al franquismo. Por doquier se encuentran adictos al general Franco y detractores de la Ley de la Memoria Histórica. Salvo el diario PÚBLICO, el resto de los medios se baten en un sinfín de ambigüedades. La democracia de España es una democracia enferma. La derecha destruyó y criminalizó la II República y la derecha ha fosilizado la Constitución Española de 1978. La historia que se enseña en nuestras escuelas es un bodrio que en nada se parece a la realidad de la Historia con mayúscula. Pedro Taracena