
Franco fue un dictador que no solamente legitimó la guerra civil para crear el franquismo, sino que “creo reyes”. Aunque el Rey de España está refrendado por la Constitución, los seguidores del franquismo, es decir el Partido Popular, jamás condenarán el régimen que le dio el ser, porque la monarquía obedece a una última voluntad del tirano, y les interesa justificar el franquismo. Condenarlo es tanto como aceptar la legalidad de la República, y ese planteamiento entra en contradicción con su adhesión inquebrantable a su esencia histórica. Nunca aceptarán que Juan Carlos I es rey por la Constitución de 1978, no por la herencia de Franco. Y el mismo Rey debía quitarse el manto de los prejuicios y los complejos, y aceptar el reconocimiento y la celebración y la existencia de la República española. Y dejaría sin argumentos a los franquistas envueltos y enmascarados como demócratas y constitucionales. Mientras los españoles no asumamos que le República fue tan legítima como la monarquía parlamentaria, no existirá la reconciliación. Napoleón asumió los logros revolucionarios de la República Francesa, aunque lleno de contradicciones, se hiciera coronar emperador…