domingo, 30 de octubre de 2011

LA IGLESIA CÓMPLICE DEL GENOCIDIO LLEVADO A CABO EN ESPAÑA 1936-1975


El saludo de la Iglesia al terror Más joyas del fondo inédito del fotógrafo leonés Manuel Martín

PÚBLICO PEIO H. RIAÑO MADRID 30/10/2011 Aquel día todo el universo estaba contento: "Hasta el Sol se sumó al acontecimiento de despedida a los heroicos soldados de la Legión Cóndor, a los cuales debemos en León no sólo la gran parte que les corresponde en la seguridad material y bienestar que hemos disfrutado, en contraposición de las angustias de otras ciudades amenazadas por la aviación pirata', sino por el magnífico ejemplo de su disciplina, de su férrea y formidable organización y de la bondad que hace de estos hombres verdaderos niños". El diario Proa, de la falange leonesa, remataba las galas con la que el dictador Francisco Franco dijo adiós a la escuadra de la muerte, en el aeródromo de Virgen del Camino, el 22 de mayo de 1939. En un día tan luminoso, las tropas que partían dejaban un recuerdo imborrable en los leoneses: no podía faltar nadie. El diario de León contaba: "Un gentío inmenso" desbordaba la base. Y pasaba lista: "En el campo, los heridos y mutilados de guerra, las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, entre las que recordamos a los excelentísimos señores obispo de la diócesis doctor Ballester, gobernador civil, alcalde con todos los concejales, [] y en fin, todas las personas representativas de León". Quien no contaba era Manuel Martín, reportero anónimo y por cuenta propia, que tomó instantáneas para vender en su laboratorio. La jerarquía católica ofreció auxilio espiritual a las tropas facciosas El fotógrafo entre medallas, aviones, discursos y esvásticas, vio la larga fila de "todas las personas representativas de León", apretadas tras la larga bandera que cambió de color España. En el centro, entregado al saludo nazi, Carmelo Ballester Nieto, que siete días antes era ordenado obispo de León. No entró a dirigir su diócesis hasta un mes después de la foto, tal y como cuenta el polémico Diccionario Biográfico de la Academia de la Historia. "Gracias a sus dotes diplomáticas se introduce en las esferas dirigentes de la sociedad y de la Iglesia española", dice la obra de la RAH sobre Ballester. En amplia reseña, se apunta que, además de hacer "de altavoz de la conciencia católica en una sociedad abatida por la ola de propaganda sectaria" (en la República portuguesa, ojo), destacó por sus dotes políticas: "Ejerciendo de obispo fue llamado con frecuencia a los Consejos de Estado, principalmente desde su puesto de procurador de las Cortes españolas. Su presencia en las Cortes patentiza las relaciones entre la Iglesia y el Estado, vigentes en tiempo del general Franco", como escribe Antonio Orcajo. En el centro, entregado al saludo nazi, estaba el obispo Ballester Nieto El historiador Fernando Hernández, autor de Guerra o revolución (Crítica), aclara que la Iglesia, en su concepción de la Guerra Civil como cruzada, participó en los frentes con voluntarios en los requetés tradicionalistas y ofreció auxilio espiritual a las tropas facciosas. "La Iglesia participó y legitimó moralmente con su presencia los actos ceremoniales, en los que tomaban parte tanto las unidades nacionales como sus aliados extranjeros italianos y alemanes", explica. Y recuerda que con Pío XII la Iglesia defendió al nacional-socialismo como freno del bolchevismo. "Pacelli intervino antes de la llegada de Hitler al poder para que el partido del Zentrum alemán colaborara para facilitar el acceso del líder nazi a la cancillería. Por tanto, no habría nada chocante en la comparecencia en las mismas tribunas de miembros de la jerarquía eclesiástica con altos mandos alemanes", añade. La Iglesia católica ofreció auxilio espiritual a las tropas facciosas Por cierto, Hernández descubre en la significativa foto de Manuel Martín, a una figura parecida a Arconovaldo Bonaccorsi, Conde Rossi, "que ensangrentó Mallorca al frente de sus Dragones de la muerte', escuadras de falangistas locales especializados en el asesinato, la violación y el pillaje". Se refiere al personaje tocado con gorro negro fascista, perilla y bigote, que en las crónicas del día aparece identificado como "el agente de Italia señor Gabioli, con uniforme fascista". Ese día el sol salió para todos.

domingo, 23 de octubre de 2011

BRIGADAS INTERNACIONALES 75º ANIVERSARIO



El legado de las Brigadas sigue vivo

A los 75 años de su creación, la Universidad Complutense rinde tributo a los combatientes extranjeros que lucharon en la Guerra Civil.

PÚBLICO JUANMA ROMERO Madrid 23/10/2011
"Aún hoy sigue vivo el ¡No pasarán!”. La exclamación se oyó vigorosa de la boca de David Lomon, aun con sus casi 93 años. El público prorrumpió en un aplauso interminable. Los puños subieron a lo alto. El bramido del “¡No pasarán!” se repitió, se hizo cada vez más fuerte hasta anegar la explanada. Unas 500 personas se habían congregado allí, a los pies del Edificio de Alumnos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), para asistir a la inauguración del monumento de dos láminas de acero en honor a los voluntarios de 53 países que se enrolaron en las Brigadas Internacionales en plena Guerra Civil. Y para rendir tributo a cuatro de aquellos combatientes que, como Lomon, llegaron a España para salvar la democracia de las garras del fascismo. Ayer se cumplían 75 años. El 22 de octubre de 1936, Francisco Largo Caballero, presidente del Gobierno legítimo de la República, firmó el decreto por el que se constituían las unidades de voluntarios extranjeros. El 8 de noviembre, la XI Brigada penetró en Madrid y su lucha, precisamente desde el frente del parque del Oeste y la Ciudad Universitaria, fue clave para impedir que Madrid cayera aquel duro invierno. De hecho, aún quedan "huellas" de la contienda tras las facultades de Físicas y Matemáticas.
LA CONEXIÓN CON EL 15-M "Honrarlos no es un ejercicio de nostalgia, sino de plena actualidad", sostiene Ana Pérez 35.000 voluntarios arribaron a España. 9.000 perecieron o fueron encarcelados. Hoy sobrevive apenas una veintena. “Vinieron a defender la libertad del mundo. Vieron que la disyuntiva era libertad contra barbarie, democracia contra fascismo. Sabían que la guerra de España era la antesala de la II Guerra Mundial. España fue para todos los que sobrevivieron sinónimo de vidas entregadas a luchar por las mismas ideas que les trajeron a nuestro lado”, elogiaba ayer Ana Pérez, presidenta de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI) que, bajo la batuta de Coordinación Internacional, ha organizado los actos de homenaje que comenzaron este jueves y concluirán hoy con la visita al campo de la batalla del Jarama. Pero Pérez, como Lomon o José Carrillo, rector de la UCM, no anclaron las Brigadas al pasado. Honrarlas “nunca es un ejercicio de nostalgia, sino de plena actualidad”, evocó la presidenta de AABI, quien señaló el hilo que conecta a aquellos combatientes con los indignados de hoy: “Una parte de la juventud se moviliza ahora por un mundo mejor y mayor democracia. Los brigadistas vinieron para luchar por esos objetivos, aunque las formas y el contexto fueran distintos. El legado está vivo, y ha de ser actualizado con los conflictos del presente. No puede ni debe quedar relegado al pasado, porque se sustenta en la defensa de los valores más nobles de la Humanidad”. El Gobierno mandó al subsecretario de Asuntos Exteriores, y no enviaron a sus líderes ni IU ni PSOE “Queremos que las Brigadas sean un ejemplo para las nuevas generaciones que pasan a diario delante de este edificio”, deseó el máximo responsable de la universidad. Pérez aportaba otra imagen, la leyenda de que los libros de la Facultad de Filosofía y Letras de la UCM sirvió en la guerra como "parapeto para detener las balas": "Que los libros sirvan para defender tenazmente los valores de la democracia, la paz, la Justicia". “El trabajo de los brigadistas tiene actualidad para esos jóvenes y no tan jóvenes que se mueven día y noche para que las cosas se piensen mejor y esas cosas mejores lleguen”, abundó Josu Larrañaga, decano de Bellas Artes, facultad que diseñó gratis el memorial. El rescate del ¡No pasarán! por Lomon encadenó con dos de las canciones populares de aquellos años en el frente republicano, interpretadas por el Coro Patio Maravillas: El Puente de los Franceses y la Marcha de las Brigadas Internacionales. La ceremonia concluyó con un minuto de silencio... y con La Internacional. Cuando el público estaba abandonando la explanada, uno de los brigadistas homenajeados, uno de los hermanos Almudever, se arrancó con ¡Ay, Carmela! Acudieron embajadores, representantes diplomáticos, amigos de voluntarios de todas partes del mundo, hasta de Estados Unidos. Y hasta Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE y padre del rector, que asistió acompañado de su mujer, Carmen Menéndez. Pero del Gobierno, apenas nada: sólo se acercó el subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Antonio López Martínez. "No habrá mayor interés. Debe contestar el Ejecutivo", resoplaba el jefe de la UCM. Tampoco acudieron líderes de PSOE o de IU, o de los sindicatos. Nada. La federación explicó que su coordinador y candidato, Cayo Lara, y el líder del PCE, José Luis Centella, sí viajarían mañana a Albacete, a otro acto de reconocimiento a los voluntarios. Pero el de ayer será quizá ya el último homenaje oficial con brigadistas vivos. Y, a veces, valen poco 75 años de recuerdo.
UN MEMORIAL "FRÍO Y CÁLIDO"
Dos láminas de acero y la estrella de tres puntas calada "El monumento no ha costado ni un duro a la Complutense", decían ayer el rector, José Carrillo, y el vicerrector de Organización y Comunicación, Javier del Río. Una afirmación nada exótica cuando se habla de una universidad cuya última campaña electoral estuvo marcada por la deuda y el volumen del agujero dejada por el anterior responsable, Carlos Berzosa. El coste ha sido sufragado por la AABI con ayudas de particulares y entidades españolas e internacionales, entre ellas algunas embajadas de países de donde procedían los combatientes. Fue Berzosa quien todavía como rector acogió con satisfacción la propuesta planteada por la AABI de erigir una pieza escultórica en la Ciudad Universitaria. Carrillo, al llegar al mando de la UCM esta primavera, la secundó. El memorial ha sido diseñado por una comisión de profesores de la Facultad de Bellas Artes, coordinados por la profesora Dolores Fernández. Se compone de dos láminas de acero paralelas de cuatro metros de altura, ancladas sobre una base de hormigón. La plancha posterior es de rojo refulgente, y la anterior lleva calada la estrella de tres puntas, símbolo distintivo de las Brigadas. Grabado, el mensaje de agradecimiento que dirigió a los combatientes Dolores Ibárruri, Pasionaria, en su despedida, el 1 de noviembre de 1938: "Sois la historia, sois la leyenda, sois el ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia". Según relató Josu Larrañaga, se partió de una premisa: "La sociedad transmite la idea de que lo importante es edulcorar, embellecer lo existente. Pero no es ese el encargo social que tenemos. Es precisamente lo contrario, que inventemos mundos, mundos y sujetos mejores". Partiendo de tal base, la facultad optó por una pieza "sencilla", "prudente, que apuntara al meollo, al corazón más que a lo aparente". Todo pese a la actual "inflación de la imagen". El memorial, dijo el decano, es "por un lado limpio, claro, frío, y por otro, tan cálido, lleno de emociones, tan concentrado de ideas de progreso". "Se nos ha dicho que es un trabajo a la intemperie", presa fácil de las pintadas. "¿No pasa eso con las ideas, especialmente con las ideas de progreso? ¿No son embarradas por los bárbaros? ¿No es propio de las ideas mostrar esa barbarie?", alegó Larrañaga.
EL TESTIMONIO DE LOS VOLUNTARIOS HOMENAJEADOS
David Lomon. Reino Unido, 93 años: "El mundo se dio cuenta qué se jugaba aquí" Le centellean los ojos. Echa mano del bolsillo de su chaqueta y saca un objeto. Es su pasaporte español, que el Gobierno le concedió el pasado verano, gracias a la Ley de Memoria Histórica. “Estoy orgulloso del pueblo español, y yo soy medio británico y medio español”, afirma David Lomon. Apenas pasó en la guerra un año y medio, hasta que fue capturado y repatriado. Pese a la derrota, cree que la lucha “mereció la pena”, justo porque “el mundo se dio cuenta de qué se jugaba en España”, a quién se enfrentaba, al “fascismo”, a Hitler y Mussolini, y que "había que pararlo". Lomon también ve paralelismos con el 15-M: “La gente se da cuenta de que, si quiere paz en el futuro, debe levantarse”. Ayer, como hoy, el pueblo demanda “libertad para todos”.
Joseph Almudever. Francia, 92 años: "La República no murió, la asesinaron" Joseph Almudever recuerda vívidamente cada fecha de aquella guerra. Justo como su hermano Vincent. Ambos nacieron en Francia. Uno en Marsella y otro en Narbona. Alistado en el Ejército republicano, fue herido en mayo de 1938. “Y cuando salí del hospital, el 15 de julio, quise seguir la guerra”. Y lo hizo, aunque ya como brigadista, dado su origen galo. Aún hoy le duele la decisión de los Aliados de no intervenir en España. “La República no murió, la asesinaron. Y la Guerra Mundial no habría existido si se hubiera salvado la República”. Se siente “satisfecho” con el avance en la memoria histórica, pero, cuando habla de frenos, invoca al rey: “Fue impuesto por Franco y tiene en el corazón un cacho de él”.
Erik Ellmann. Estonia, 94 años: "Que la gente vea que no se puede repetir" Se le ve enjuto, consumido, pero engaña. A Erik Ellmann le acompaña una vitalidad envidiable. Refunfuña cuando le preguntan: siente que ha contado su vida muchas veces. Se crió en una familia “revolucionaria”, soñó con sumarse a las Brigadas en cuanto oyó hablar de ellas y se enroló con 19 años. A la lucha en España hasta 1939 siguieron cuatro meses en un campo de concentración en Francia y el Ejército de la URSS, ya en la Segunda Guerra Mundial. “Lo importante es que la gente entienda que luchamos contra el fascismo, y que vea que no se puede volver a repetir”. Un mensaje no sólo para las “siguientes generaciones”, sino incluso para los que viven hoy y “no entienden ni quieren saber qué pasó”.
Vincent Almudever. Francia, 94 años: "Fueron la salvación de Madrid" “Recuerdo a la gente explotando de júbilo por las calles cuando llegaron las Brigadas Internacionales, en aquel otoño de 1936”. Vincent Almudever parece tener la imagen delante de sus ojos: “Fueron la salvación de Madrid. Si no hubieran contenido el avance de las tropas franquistas, la guerra habría acabado entonces. Su mérito fue tremendo”. Este combatiente francoespañol recorrió todos los frentes. Una valiosa experiencia que ya ha narrado en multitud de conferencias, colegios... “Las Brigadas Internacionales demostraron que en el mundo entero hay una simpatía inmensa por la democracia y la libertad que aún perdura. En España se defendía eso. Ese es su valor”.

miércoles, 19 de octubre de 2011

LOS BRIGADISTAS VUELVEN AL FRENTE

Hemeroteca de PÚBLICO


Acto de homenaje a las Brigadas Internacionales, en 2008. Foto: Manuel Fernández

Los brigadistas vuelven al frente

Amigos de los voluntarios internacionales de la guerra civil les recordarán en el 75º aniversario de su llegada a España

ELENA HERRERA MADRID 19/10/2011. Su llegada a Madrid, aquel 8 de octubre de 1936, menos de cuatro meses después de la sublevación franquista, sirvió para que la población republicana comenzara a sentir que no estaba sola". Cuando se cumplen 75 años de la creación de las Brigadas Internacionales, el historiador Justin Byrne recuerda cómo la llegada a España de estos combatientes extranjeros, convencidos de la necesidad de luchar contra el franquismo, contribuyó a levantar la moral del bando republicano. Con motivo de este aniversario, Coordinación Internacional, una entidad en la que participan la española Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), realizará varios actos a partir de mañana. La convocatoria incluye la celebración de unas jornadas, en las que participarán historiadores y expertos del tema, con las que se pretende contribuir al conocimiento y el análisis del papel de estos combatientes voluntarios en la Guerra Civil y especialmente en la defensa de Madrid, en el invierno de 1936-1937. Está previsto, asimismo, que el sábado se inaugure un monumento en su honor en la Ciudad Universitaria de Madrid. El brigadista británico David Lomon, el estonio Erik Elman y los francoespañoles Josep y Vicent Almudever, todos nonagenarios, estarán presentes en esta inauguración y participarán después en una comida de fraternidad. La AABI calcula que la cifra de brigadistas vivos en el actualidad no supera la veintena. Cuatros brigadistas nonagenarios participarán en los actos de homenaje Los organizadores han invitado al acto al líder del Ejecutivo y varios miembros de su Gobierno, así como a los presidentes del Congreso y el Senado. Aunque todavía no han recibido respuesta, consideran que la presencia institucional en estos actos de homenaje es necesaria como "señal de respeto y agradecimiento". El 22 de octubre de 1936 el presidente del Gobierno de la República, Francisco Largo Caballero, firmó un decreto por el que se constituyeron esas unidades compuestas por voluntarios extranjeros y también españoles. Los historiadores calculan que hasta su retirada, en octubre de 1938, fueron entre 35.000 y 40.000los brigadistas que lucharon contra el fascismo en España. Muchos de ellos, aunque no hay una cifra exacta, acabaron siendo fusilados por las tropas de Franco o fueron torturados en campos de concentración antes de ser repatriados a sus países. "Fenómeno internacional" Para el catedrático de Historia Contemporánea de la Complutense Julio Aróstegui, estos hombres fueron muy pocas las mujeres que llegaron contribuyeron a hacer de la guerra de España un "fenómeno internacional". "El elemento que les unía era el antifascismo. Algunos, como los británicos y los franceses, intentaron quebrantar la voluntad de sus gobiernos de origen, que habían apostado por la no intervención, y tomaron las armas ellos mismos", explica el historiador Justin Byrne, que ha participado en la programación de los actos que comienzan mañana. El Gobierno no ha respondido aún a la invitación de los organizadores Rebatiendo a los que aseguran que los brigadistas tenían "una formación mínima, aunque una voluntad de hierro", Aróstegui considera más que probada su cultura militar. "Solían ser más expertos guerrilleros que los españoles. Vinieron poetas, intelectuales, abogados... también gente con menos formación. Todos pasaron por el centro de formación de Albacete, donde eran instruidos por un comunista francés llamado André Marty", señala Aróstegui. Además de su contribución a levantar el ánimo del bando republicano, en el que escaseaban las armas, pero también la moral, los expertos concluyen que la obediencia era uno de los aspectos más apreciados de los combatientes extranjeros. "Eran muy valorados por su disciplina y entrega", asegura Byrne. El sábado se inaugurará un monumento en su honor en Madrid Con el propósito de "mantener el contacto entre los brigadistas y demostrarles gratitud en actos públicos" se creó en 1995 la AABI. Su presidenta, Ana Pérez, explica que otro de los objetivos de la asociación es intentar que la historia de las brigadas se estudie de manera "más clara y notoria", por lo que trabajan para que se su historia se incluya en los currículos de enseñanza media. "El legado de estas personas altruistas, solidarias y consecuentes a lo largo de sus vidas, debería mantenerse siempre presente", concluye Pérez.

domingo, 9 de octubre de 2011

BANDOS Y TRINCHERAS


El discurso de Rajoy que mantiene actualizado válido para siempre, es ambiguo y lleno de obviedades, pero no exento de perversión. Hablar de “la concordia” entre los españoles; manteniendo su resistencia a condenar al franquismo y oponiéndose allí donde su mayoría se lo permite, a cumplir la ley de la Memoria Histórica, es inmoral. Si hay un partido que ha obligado a los españoles a elegir bandos y trincheras, ha sido el Partido Popular. La derecha está anclada en su pasado franquista y preconiza el olvido porque le conviene; manteniendo una postura conservadora y reaccionaria de la gestión pública. Esa opción constituye un bando, resistente al cambio. La izquierda es por naturaleza rupturista y progresista, pero mantiene la memoria de haberle arrebatado la República, perdido la guerra y soportado la dictadura. Esta otra opción que fue “forzada a elegir” y eligió las trincheras. Trincheras que los populares nunca abandonaron, a pesar de administrar la victoria. Este panorama es el que Rajoy oculta con la peor de las intenciones. Pretender aglutinar “todos” los votos como garantía de reconciliación nacional, es pretender el partido único, terreno donde Fraga y sus secuaces se sienten como pez en el agua. ¡Basta ya! de acosar a los españoles que no renunciamos a honrar a las víctimas del genocidio. Los “bandos y las trincheras” los implantó Franco, aquel nefasto 17 de julio de 1936. ¿Dónde está la voluntad de Rajoy de pasar página y mirar al futuro…?

domingo, 2 de octubre de 2011

CONTRARREVOLUCIÓN EN LA ESPAÑA DE LOS AÑOS TREINTA

Ramiro Ledesma posa haciendo el saludo fascistaContrarrevolución y violencia política en la España de los años treinta.

El historiador Eduardo González Calleja analiza la radicalización conservadora contra el régimen republicano.

GONZALO DOMÍNGUEZ MADRID 02/10/2011. Cuando llegue el momento, o el Parlamento se somete o lo hacemos desaparecer". Las palabras de José María Gil Robles, líder de las derechas durante la década de los treinta, resonaban en los oídos de los españoles casi a diario. Sus palabras son también el mejor ejemplo del ataque sistemático de las fuerzas conservadoras a la II República durante su existencia. Eduardo González Calleja, historiador vinculado a la Universidad Carlos III de Madrid, analiza en su último libro, Contrarrevolucionarios. Radicalización violenta de las derechas durante la Segunda República (Alianza Editorial) como se asentó el proceso golpista en la España de los años treinta. El estudio, probablemente el más completo sobre el tema, tal y como reconoce Julio Aróstegui en el prólogo, no pretende sesgar una parte de la historia, sino que se centra en la violencia de las derechas como recurso académico. El estudio no pretende sesgar la Historia, sino analizar un caso "La presencia de la violencia en la Política es una de las peculiaridades más arraigadas de nuestra difícil trayectoria contemporánea", afirma Aróstegui en la introducción. Esa violencia traspasó el primer periodo de democracia plena y se instaló en la II República, proyecto político a mitad de camino entre la democracia liberal y los movimientos obreros de masas. Entre las fuerzas conservadoras se extendió el mito de que República era sinónimo de revolución. "En sus múltiples discursos la Contrarrevolución comenzó a adquirir consistencia cuando identificó esos dos conceptos", comenta González Calleja. Desde que las derechas tomaron conciencia, se fueron conformando en un bloque antirrepublicano que el autor denomina contrarrevolucionario. La expansión del mito entre los conservadores se contrapone, paradójicamente, a la oposición que se implantó entre la extrema izquierda contra una república de carácter burgués. Esa oposición fue creciendo al observar algunos de esos partidos que la democracia burguesa no era el camino revolucionario que anhelaban. Los derechistas recurrieron a un lenguaje violento y militarista Época dorada "La tarea contrarrevolucionaria resultó, en efecto, extremadamente ardua, porque los grupos que se oponían a la República no habían desarrollado tácticas de enfrentamiento político intenso". Ese extracto del libro resume la trayectoria que debieron seguir los movimientos contrarios al proyecto republicano: primero cohesión y luego dotarse de mecanismos de lucha política. La España de los años treinta "se convirtió en la época dorada de la extrema derecha española", pero la década comenzó con pequeños movimientos monárquicos que no dudaban en emplear la violencia y que eran respondidos con violencia. El movimiento que pretendía retomar el régimen monárquico consiguió un sostén fundamental en la Iglesia católica. En mayo y junio de 1931, tan sólo unas semanas después de la proclamación de la República, el cardenal Segura apoyó a Alfonso XIII públicamente. Durante su discurso epistolar, pedía abiertamente "una cruzada de oración y penitencia". Segura, íntimo amigo del general Queipo de Llano, obtuvo el apoyo de los obispos españoles. La jerarquía eclesiástica mostró su oposición al régimen desde 1931 El enfrentamiento de la jerarquía eclesiástica en plena euforia por la proclamación de la República, generó un profundo malestar entre la ciudadanía española. Se dieron entonces los primeros actos de violencia contra unos monárquicos que no aceptaban el nuevo régimen emanado de la voluntad popular y la Iglesia que lo apoyaba. El fracaso de los monárquicos se contrapuso con el ascenso progresivo de los fascismos entre 1931 y 1933. En ese periodo, tres partidos irrumpieron en el panorama político español, el Partido Nacionalista Español, las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) y Falange. Inspirados en el fascismo italiano, trajeron a las derechas españolas un nuevo sistema de actuación política basado en la violencia. 1934 es el año clave en la conjunción de fuerzas conservadoras. Un año antes, gran parte de las fuerzas conservadoras se unieron en la CEDA, un partido que les aglutinaba y que adoptó el lenguaje político del fascismo progresivamente. Durante ese año, la Revolución de Asturias se convirtió en la yesca que radicalizó a las derechas. Desde ese año y favorecido por un vocabulario militarista y violento en la política, se produjo una escalada de la violencia en las calles que alcanzó cotas muy elevadas en 1936. Entonces la situación era ya irreversible y España se encaminó a una guerra civil en la que las mismas fuerzas aglutinadas en la CEDA tuvieron un papel fundamental.