Por Pedro Taracena Gil
José Bono, el adulador
José Bono presentó el acto que conmemoraba el 200 aniversario del inicio de la elaboración, por Las Cortes de Cádiz, de la Constitución Española, denominada La Pepa, por haber sido sancionada el día de San José de 1812. El Presidente del Congreso de los Diputados estuvo escaso en recursos históricos y ausente de la más mínima pedagogía, para explicar la importancia de ese hito histórico, en su punto medio. El contenido de su discurso es el vivo reflejo de la Historia raquítica que se cuenta en las escuelas en el día de hoy. En su intervención exageró el papel del Rey y no mencionó otros acontecimientos que cuando no se mencionan, la verdad histórica queda mutilada. Bono se comportó gratuitamente como un adulador del Don Juan Carlos; omitiendo la tradición constitucionalista de España, que comienza, no desde 1810, sino desde 1808, con la Constitución de Bayona, en nombre de un impostor, José Bonaparte y evocando a “Dios Todopoderoso”. Cuatro años más tarde tiene lugar la segunda experiencia constitucional, en nombre de un rey ausente, Fernando VII, y esta vez también acogiéndose al: “Padre Hijo y Espíritu Santo autor y supremo legislador de la sociedad”. En esta Carta Magna, motivo del evento de Cádiz, el rey “es por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española”. La siguiente experiencia para dotar a España de una constitución democrática, fue la Constitución Federal de la República Española de 1873, que no se llegó a promulgar. Lo más importante de este texto es que: “Toda persona encuentra asegurados los derechos naturales en la República”. Sin mencionar a Dios y sin estar bajo la sombra de ninguna monarquía. Y llegamos a la Constitución de la República Española de 1931. Y declara por primera vez, y este es el hito democrático: “Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo”. El poder emana del pueblo. Y llegamos a la Constitución Española de 1978. Una constitución consensuada entre los centristas y la izquierda, con la oposición de los más fieles franquistas. Un texto que arropa y legitima a un príncipe que mantuvo un maridaje con la dictadura. Bono se excede en atribuir al Rey logros que fueron de la izquierda democrática. La constitución actual se parece más a la republicana que a la tan vitoreada Pepa. “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del estado”. Algún día explicaremos a nuestros hijos toda la verdad, no la Historia a medias.
CONSTITUCIÓN DE CADIZ 1812 "LA PEPA"
Fernando VII
Goya
“CUANDO FERNANDO VII USABA PALETÓN”
Epitafio: Fernando VII el peor Rey
de España. Derogó la Constitución de Cádiz de 1912
Hemos hecho un recorrido a través de la Historia
de Madrid por las dinastías de los Trastámara, Los Austria y los Borbones. Pero
las fechorías realizadas por este insigne personaje, merecen la pena reseñarlas
aquí. El monarca perdonó a su hijo, pero éste volvió a conspirar y logró
destronar a sus padres tras el motín de Aranjuez, el levantamiento ocurrido la
noche del 17 al 18 de marzo de 1808 y que terminó con el encarcelamiento de
Godoy. Fernando VII contó con el apoyo de las clases humildes, que le pusieron
el sobrenombre de "El Deseado" por su actitud de resistencia frente
al invasor francés. Fue legitimado por la voluntad popular, pero en mayo de
1814 derogó la Constitución de 1812, reinstauró el absolutismo y persiguió a
los liberales.
El Imperio Español tuvo también su decadencia y a
partir de ese momento, de aquello polvos
estos lodos. España perdió todos los trenes de la Historia: La Reforma de
Lutero tuvo su Contrarreforma en España, aliándose con el Papado en el Concilio
de Trento, 1545-1563. Producto de la Revolución Francesa, tuvo lugar la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en 1789. El Renacimiento
se desarrolló en Europa a través de los siglos XIV al XVI. Comenzando en las
repúblicas de Italia, llegando 100 años más tarde a España. La Ilustración en
el siglo XVIII, denominado como el Siglo de las Luces, solamente se recuerdan
algunas pinceladas en el lienzo de Madrid por Carlos III. En España tuvo lugar
una revolución que, a través de unas
elecciones municipales, el pueblo de Madrid proclamó la República en la Puerta
del Sol. Alfonso XIII, abandonó España. Por fin España se resarcía de la
tiranía absolutista de la monarquía y daba paso a una experiencia republicana,
laica, democrática y popular: España es
una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en
régimen de Libertad y de Justicia. España, al fin, lograba subirse al
pescante del progreso europeo. Esta experiencia duró de 1931 a 1939. No es
necesario hacer hincapié en las consecuencias que tuvieron lugar después de
aquel golpe de estado de 1936: Una dictadura militar y confesional, donde
imperó la oligarquía económica 1939-1975. En 1978 se promulgó la Constitución
Española, tutelada por la misma oligarquía con reminiscencias del
nacionalcatolicismo, la alianza trono altar y el maridaje Iglesia Estado. El
retraso secular de España ha sido patente.
Volviendo a Fernando VII, cuando se celebró en
Cádiz el centenario de La Pepa, es decir la Constitución de 18012, se puso en
escena el mayor esperpento que se podía imaginar en la España de 2012. A
continuación, me permito transcribir este artículo publicado por mí mismo con
motivo del 2º Centenario de la Constitución de 1812:CONSTITUCIÓN DE CADIZ 1812 "LA PEPA"
muy bueno
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