miércoles, 10 de marzo de 2010

TRES CONSTITUCIONES ESPAÑOLAS

Nadie discute, salvo la derecha interesada, que la breve experiencia vivida por nuestro país, con motivo de la proclamación de la II República Española el 14 de Abril de 1931, fue una opción renovadora. El proyecto que se puso en marcha entonces, marcó una línea de progreso capaz de homologarse con los países más avanzados del mundo. La ausencia de un debate nacional, sin complejos sobre el periodo republicano, la sombra de la guerra civil y la dictadura, siguen ocultando y oscureciendo este periodo histórico de libertad. Legítimo, legal y democrático. Es una vergüenza nacional que hayamos celebrado hasta después de la muerte del dictador, la fecha del 18 de Julio. Día en el cual se rompió la legalidad constitucional y republicana. Y sin embargo, no marquemos sobre el calendario la fecha del 14 de Abril. Al menos para conmemorar una etapa de la Historia de España, de la cual deberíamos estar orgullosos. Sin rendir homenaje a la II República Española, la reconciliación entre los españoles sigue pendiente. No olvidemos que tan legítimo fue el periodo republicano, como la actual monarquía parlamentaria.
Este espacio pretende mostrar las tres constituciones españolas que rompieron con los valores anacrónicos anclados en los tiempos donde Dios marcaba las pautas para organizar la convivencia de los españoles:
PROYECTO DE CONSTIRUCIÓN FEDERAL DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA EXISTIÓ Y EL GOBIERNO LO SABE

Ya es hora de que el Gobierno aborde de una vez por todas, cuestiones que quedaron pendientes en la Transición. Y que las Cortes Generales restauren la memoria de la proclamación de la II República, el 14 de Abril de 1931. La España republicana es tan legal como la España monárquica. Y la consolidación y arraigo de la Corona en nuestro país, no va a depender del reconocimiento de la existencia del periodo republicano. Todo ello es ahora más posible que hace unos lustros. Aunque este reconocimiento llega tarde como han dicho los ex resistentes. Todavía estamos a tiempo para que el Gobierno retome las riendas, de la realidad republicana de forma valiente y sin complejos. Y coloque a la República en el lugar que tiene en la Historia. Es una vergüenza que la derecha obstante calles, plazas y monumentos dedicados a la dictadura y sin embargo, el nuevo Estado surgido de la Constitución de 1987, haya ignorado el periodo histórico previo al golpe de estado del 18 de julio. El 14 de Abril de cada año no representa nada. El 8 de Diciembre y el 15 de Agosto, celebramos fiestas religiosas para complacer a la Iglesia, en aras de un respeto a la hipotética España católica. Los republicanos españoles hemos aceptado la Constitución, mientras, la Iglesia no da muestras de respetarla. Además, y esto es lo más grave, la Iglesia fue arte y parte en la llamada Cruzada durante la guerra y absoluta cómplice en ella y en la dictadura. Está bien que el Gobierno socialista haya impulsado el reconocimiento a los represaliados del franquismo, con la Ley de la Memoria Histórica. Pero el periodo republicano acabó el 1 de Abril de 1939. Solamente la nostalgia más anclada en el pasado franquista, se opone a reconocer lo que el mundo entero admite como parte positiva de nuestra historia más reciente. La misma institución monárquica es compatible con el pasado republicano. Son eslabones de una misma cadena legal y legítima. Si echamos nuestra vista hacia el pasado, la Carta Magna anterior a la actual, es la Constitución de la II República Española. Que por cierto, quien la haya leído comprenderá que Zapatero no exagera, cuando afirma ante el escándalo de la derecha que: “La Constitución actual recoge todos los valores republicanos de la constitución anterior”. Mientras los republicanos permanecemos callados, los revisionistas se niegan a condenar al franquismo.

LA ENSALADERA REPUBLICANA

Ante la fecha del 14 de Abril, día de la proclamación de la II República, me asalta un interrogante. Me pregunto el porqué el periodo republicano está desterrado de todos los calendarios oficiales de efemérides históricas y políticas. La legalidad de la Constitución de la República es idéntica a la Constitución actual. Ha sido el pueblo español, en ambos casos, quien ha refrendado la forma de Estado. La legalidad del Rey de España, se debe a la Carta Magna que los españoles consensuamos en 1978. La Corona no fue restaurada por una dictadura, sino por una democracia. No por las Leyes Fundamentales de Franco, sino por la Constitución. Es verdad que cuando el Rey de España sancionó la Constitución Española, se puso la piedra angular de la reconciliación entre los españoles. Pero no faltamos a la verdad, si decimos que muchos españoles, sin renunciar a su vocación republicana, se adentraron a colaborar y hacer suya la nueva democracia coronada, que todos nos habíamos dado. Borrar de la Historia de España casi dos lustros republicanos, es negar el periodo más progresista, democrático y humano, de las cuatro décadas siguientes. La II República se prolongó hasta el 31 de Marzo de 1939, toma definitiva de Madrid por las tropas franquistas. Pero de aquellos insignes personajes que programaron la reforma agraria, la abolición de la pena de muerte, el voto femenino, los estatutos de autonomía, la educación pública, ni rastro de ninguno de ellos. Los últimos Jefes de Estado tienen esculturas, el rey Alfonso XIII, el general Francisco Franco y Juan Carlos I. Pero los presidentes de la República Española, apenas y a duras penas vienen reseñados en los libros de Ciencias Sociales. Si los republicanos de ahora han abrazado la actual monarquía, es de justicia que la monarquía, tuviera algún gesto de reconocimiento, recordando un periodo democrático de nuestro pueblo. Tan España y tan democrática fue la II República, como el actual Reino de España. La soberanía del pueblo ha sustentado ambos hitos históricos. En nada quedaría mermada la legitimidad del Rey, si extrajera de la amnesia histórica, la memoria republicana. Por todo ello, no acierto a comprender porqué es contrario y antagónico a la institución monárquica, rendir homenaje histórico a mujeres y hombres que dentro de la opción republicana, dejaron huella imborrable y sirvieron de ejemplo al mundo de aquella época. Una ensaladera de loza con la bandera y alegoría republicana, escondida durante la dictadura en la alacena de un pueblo de Castilla, pende de los muros de la casa de mi familia. Al lado, en la misma pared, se encuentra un cuadro de los Reyes de España, con sendos autógrafos. Yo lo he considerado como una forma nimia de unir dos épocas separadas por una guerra fratricida y un régimen despótico. Es un humilde homenaje a la ignorada II República Española. Teniendo en cuenta, según la Constitución que: “De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden”. “El Presidente del Gobierno y los Ministros competentes”. Con estas premisas, si el Rey está amordazado por el Gobierno de turno, como el actual, esta parte de la Historia seguirá mutilada, censurada y olvidada.

lunes, 1 de marzo de 2010

14 DE ABRIL, DÍA DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA

Hace 79 años que el pueblo español se echó a las calles para proclamar la República. Fue el resultado de unas elecciones democráticas y como consecuencia del triunfo republicano, el rey Alfonso XIII abandona España y parte hacia el exilio. El día 9 de diciembre de 1931, las Cortes Constituyentes aprueban la Constitución de la II República Española. La etapa republicana ya ha entrado en las páginas de la Historia con mayúscula, siendo un hito en la vida española. El 18 de Julio de 1936, un violento golpe de estado militar, falangista y eclesiástico, intenta derribar la República y ésta se resiste después de tres años de una sangrienta guerra fratricida. La victoria de los militares agrupando a la derecha junto a los falangistas y la Iglesia, implantan una dictadura imponiendo el nacional catolicismo y el nacional sindicalismo, variantes del fascismo ya imperante en Europa. Ante la aplastante imposición durante cuarenta años de las tesis de un falso estado de derecho, la Memoria Histórica se ha impuesto y al menos se ha escuchado la voz en forma de ley de aquellos que sufrieron la discriminación, la persecución y el crimen. Así las cosas, la actual Constitución Española, la Corona y la legalidad vigente, no son continuidad de la dictadura. Lejos de heredar del franquismo la situación actual, los más de treinta años de democracia se alimentan de los valores republicanos de la Constitución de 1931. Valores republicanos avalados por la institución monárquica, que fueron secuestrados por el dictador durante cuatro décadas. Esta normalidad democrática restaurada, debía de impulsar al Estado y al mismo Rey de España a señalar oficialmente el día 14 de Abril como fecha a conmemorar un hito en la Historia de España. Existe una descomunal desproporción entre las cuarenta celebraciones del 18 de Julio día del Alzamiento Nacional y la nula contemplación del 14 de Abril como día de la llegada de la República. Mientras los españoles no sepamos discernir entre estos dos hechos igualmente históricos, no alcanzaremos la madurez que han alcanzado, por ejemplo, los alemanes. Es el propio Rey de España quien haciéndose eco de su propio Gobierno, debía de alejarse de posturas recalcitrantes de antaño. Sin prejuicios y sin complejos, es el Jefe del Estado de una República cuyo presidente es un monarca, más aún, una institución monárquica. La Corona. El Rey.