sábado, 20 de agosto de 2016

CAUDILLO DE ESPAÑA POR LA GRACIA DE DIOS


FRANCISCO FRANCO





ESTE DICTADOR SANGUINARIO ES AUTOR DEL ASESINATO DE FEDERICO GARCÍA LORCA Y DEL MAYOR GENOCIDIO ACONTECIDO EN ESPAÑA, CON LA AYUDA DE LOS NAZIS Y LOS FASCISTAS DE MUSSOLINI. Y SE MANTUVO, ENRIQUECIÉNDOSE, EN EL PODER, CON UN RÉGIMEN DE TERROR POLICIACO HASTA SU MUERTE, FUNDAMENTALMENTE, POR EL APOYO DE LOS EEUU Y LA IGLESIA CATÓLICA. SUS VÍCTIMAS CONTINÚAN REPRESALIADAS Y SIN REPARACIÓN DIGNA POR EL SISTEMA MONÁRQUICO QUE SUCEDIÓ AL FRANQUISMO, CON GOBIERNOS SOMETIDOS A LAS MISMAS CLASES DOMINANTES DE LA DICTADURA Y A LOS INTERESES IMPERIALISTAS DE LOS EEUU. José Manuel Rivero Pérez



Los que lo trasladan a Víznar: Martínez Fajardo y González Villegas

Rafael Martínez Fajardo estaba destinado en 1936 a la 30ª Compañía de Asalto de Granada. Caballero afirma que “la noche del 16 de agosto, Fajardo se presentó en el cuartel de Víznar al mando de la escolta, con varios detenidos para ser ejecutados”. Entre ellos, el famoso anarquista Galadi que sería fusilado junto a Federico. Los documentos hallados al respecto señalan que “el policía Julio Romero Funes da la orden al teniente de la Guardia de Asalto, Rafael Martínez Fajardo para que recoja en la comisaría de Vigilancia al “Galadi”, al “Cabezas” y al “Terrible”, pase por el Gobierno Civil y se lleve a Federico García Lorca, lo suba a Víznar, recoja a los que hay en la Colonia (un cortijo habilitado como prisión) para fusilar y los fusile”.

Fotografía de la Colonia realizada por Agustín Penón.

González Villegas acompañó a Fajardo en el histórico traslado de la que serían las últimas horas de Lorca. Había pertenecido a las “escuadras negras” en Granada, señaladas por Caballero como “grupos de incontrolados que cometían toda clase de tropelías a bordo de un coche al que habían colgado una bandera negra con una calavera”. Estos grupos de falangistas sembraron de terror las calles de la ciudad.

Hemeroteca de PÚBLICO:

LOS DIEZ VERDUGOS DE LORCA 







martes, 16 de agosto de 2016

EL INCENDIO DE LA LIBERTAD








EL INCENDIO DE LA LIBERTAD



Fusil enterrado bajo el olivo,
acero oxidado abonaban
escudos de olivas, descansaba
en la trinchera, la paloma herida.

Pirómanos cabalgaban
por almendrales de libertad,
aún en tiempos arde mi pecho
en llamas vivas.

Tierra siempre con vestidos de tempestades,
gritos prisioneros en tus ovarios,
espada de libertad olvidada,
en la sombra de algún árbol.

Seca está ya la sangre, muros centenarios,
cura con crucifijo, confiésate que van a
matarte hermano, transición ante un espejo,
democracia de carnaval maquillada.

En la ventana muere la paloma,
por techos y tejados, anidan buitres y coronas,
regresaban del exilio claveles rojos con maletas,
lagos y cascadas de poetas.

Vasijas de barros negros, guardados para la
sangre de algún invierno, se consolida aún
más la herencia del tirano, y mi Patria yace
muerta abrazada a miles de hermanos.







NUESTRA REPÚBLICA ESTA VIVA