EL GOBIERNO DE LA
RECONCILIACIÓN
Felipe VI
Por Pedro Taracena Gil
El espectro político de las
Cortes Generales, Congreso y Senado, después de que el Movimiento 15-M
irrumpiera en el panorama político español, establece un antes y un después. El
régimen del 78 queramos o no, exige una adaptación a la España de los hijos y
nietos de los que consensuamos la
Transición. Es un hecho imposible de negar e irreversible. Ya nada será igual.
PROPOSICIÓN DE GOBIERNO POR PARTE DE PABLO IGLESIAS DE PODEMOS
"SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE UN GOBIERNO..."
Mariano Rajoy
La Casta donde me incluyo para
mejor entender la realidad, ha rechazado de plano las nuevas formaciones
situadas a la izquierda política de PSOE. Todos los medios de comunicación
están incondicionalmente al servicio de bipartidismo, del cual se
retroalimentan. Los diversos compartimentos integrados en el bunker, resistentes
al cambio son: la Iglesia evocando el nacionalcatolicismo, el Ejército garante
de la sacrosanta unidad de España, la Patronal con vocación de llevar a la
clase trabajadora a la esclavitud del liberalismo económico criminal, los
franquistas que la Constitución por acción u omisión y la Ley de Amnistía les
ha garantizado la impunidad del genocidio franquista, la Banca beneficiada con
prioridad a las necesidades del pueblo, y por último la clase política
entregada servilmente a la Troika y a Merkel. Esta verdad se puede suavizar o
incluso hacer que sea mentira, apuntalada con embustes legales muchos de ellos
de consecuencias criminales para la población, aunque de nudosa legitimidad.
Pedro Sánchez
Las fuerzas que compiten en la
carrera para alcanzar la Moncloa, forman dos bloques, dos grandes opciones, las
izquierdas y las derechas, las dos Españas de siempre, los dos bandos de la
Guerra Civil, herederos de los vencidos y los vencedores, los simpatizantes de
la dictadura, los franquistas agrupados en el Partido Popular y los socialistas
cómplices en la Transición para que la impunidad se perpetuara. Otras fuerzas
periféricas como los nacionalistas vascos y catalanes conservadores de corte
caciquil, completan este mapa del régimen del 78. Este mapa político se ha
perpetuado a lo largo de tres décadas. No seré yo quien critique este periodo
histórico democrático y de progreso. Pero tampoco elevaré los valores
contenidos en la Constitución de 1978 a la categoría de dogmas, como si del
Credo de Nicea se tratara.
Pablo Iglesias
Llegamos a esta nueva situación en España con una feroz
descalificación de todas las fuerzas del régimen actual contra los nuevos
partidos emergentes. Es evidente que hay una estrategia clara y precisa para
anular cualquier protagonismo para impedir que tomen ni una sola parcela de
poder. Son unos advenedizos y hay que
aniquilarlos con todas las armas a su alcance, que son todas, sobre todo la
clase política tradicional y los medios de comunicación. Pero un análisis
simple nos ilumina el camino a seguir. El PP ha ganado las lecciones, pero hay una mayoría absoluta que se lo
arrebata de facto. Además los
franquistas del PP disfrutan de una podredumbre y de una corrupción
generalizada. La manzana podrida en cada cesta ha podrido al resto. Solamente
el PP goza de la candidez de separar algo que es inseparable. Si los miembros
dirigentes del PP son corruptos, el partido PP como institución es corrupta. Si
en la cueva de Alí Babá irrumpen los guardias y apresan a los cuarenta ladrones
que constituyen su banda, ¿dejarían en libertad a Alí Babá? Es evidente que el
PP no está legitimado moralmente para emprender negociaciones con ninguna
fuerza política. El propio Rajoy ha renunciado a intentar formar gobierno,
consciente de que disfruta de una mayoría absoluta en contra.
Albert Rivera
Como resultado de la segunda
ronda de consultas, el Jefe del Estado ha encargado formar gobierno al líder de
los socialistas, Pedro Sánchez. Para abordar las negociaciones tendrá que
abandonar la idea de descalificar a todas las opciones políticas situadas a su
izquierda, y no arrogarse la idea de que el PSOE es la genuina izquierda porque
no es verdad. Quizás los unos tendrán que renunciar a llamar casta a los otros y éstos no llamar:
populistas, comunistas, radicales, extremistas, chavistas, bolivarianos, bolcheviques y hasta castristas, a las nuevas fuerzas
emergentes.
Aunque a Pablo Iglesias las
hordas dialécticas de la Transición le han descalificado hasta la extenuación,
su rueda de prensa después de salir de hablar con el Rey, fue una proposición
de negociación comunicada casi al mismo tiempo en la Zarzuela y en el Congreso
de los Diputados. Es más fácil descalificar que aceptar hablar de todo.
En la España del siglo XXI no tiene sentido mantener ciertos mitos que son
arcaicos y anacrónicos, sin olvidar que la Constitución se escribió bajo la presión
franquista.
Alberto Garzón
Los comensales invitados y
acreditados al banquete de la negociación son: La derecha franquista del
Partido Popular, la nueva derecha neoliberal de Ciudadanos, la izquierda
socialdemócrata del Partido Socialista Obrero Español, el entorno de Podemos,
situado más hacia la izquierda, la Unidad Popular Izquierda Unida, que congrega
la izquierda más clásica y republicana, la Esquerra Republicana de Catalunya,
con vocación independentista y por último los nacionalistas vascos y catalanes,
manifiestamente conservadores.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS que se puede leer en el canet de militante del PSOE. (*)
Doble clic para facilitar su lectura.
Se conseguirá la gobernanza
eficaz y la estabilidad política, en la medida que se escuchen todas las sensibilidades de la España
actual. Debemos de huir de la falacia de la estabilidad basada en una mayoría
absoluta con tintes de absolutismo. El fracaso nos avocaría a unas elecciones
anticipadas, que no aportarían grandes variaciones sobre los actuales
resultados.
Pedro Sánchez no puede caer en
la utilización torticera, según le convenga, del número de votos o el número de
escaños; a sabiendas de que la ley electoral fue urdida por el incipiente
bipartidismo para evitar que llegara al poder de forma significativa el Partido
Comunista de España. El nuevo gobierno puede ser el Gobierno de la Regeneración
y el Gobierno de la Reconciliación.
(*) He sido militante del PSOE durante más de 30 años.