En un artículo del New York Times piden a Felipe VI "que se busque un buen empleo"
FELIPE VI
El
prestigioso diario estadounidense, uno de los más influyentes del
planeta, incluía hace días un artículo de opinión firmado por el
escritor argentino Martín Caparrós en el que dice que "una nación no
necesita a una persona, a un rey, como símbolo". Y en el que añade que
"eliminar los privilegios por nacimiento de la Familia Real contribuiría
a acabar también con los privilegios de dinero o
poder en España". "A Su majestad, el rey de España": con este título
apareció hace unos días este alegato para sugerir a Felipe VI que ponga
fin a la monarquía en España.
Caparrós escribe en el diario El País, pero el texto en el que pide el final de la monarquía en España lo publicó en The New York Times.
El articulista se dirige directamente a Felipe VI para pedirle que
renuncie a ser rey pero dice que no lo hace porque él haya cometido
errores, sino porque considera anacrónica la institución de la
monarquía.
Este escritor argentino,
historiador y periodista, descendiente de un republicano español que
tuvo que exiliarse por la Guerra Civil a Buenos Aires, destaca que don
Felipe ha aparecido mucho en los medios de comunicación durante las
últimas semanas por la situación política española, las rondas de
consultas y la posterior investidura. A propósito del nombramiento de
Rajoy, Caparrós afirma que si el Rey no le nombrara el presidente lo
sería igual, "porque esto se llama democracia; así que lo suyo no es
gran cosa, lo sabemos, pero es su trabajo y trata de hacerlo lo mejor
posible".
Martín Caparrós ataca a la
monarquía como institución (no a don Felipe personalmente) por ser "una
institución tan extraña, tan de otros tiempos, de otras sociedades".
Pero le pide al monarca que renuncie y se consiga una casa y se busque
"un buen empleo".
Cree que Juan Carlos I consiguió
un lugar en la Historia al colaborar con el restablecimiento de la
democracia tras la dictadura de Franco. Pero ve difícil que don Felipe
pase a la Historia: sólo podría hacerlo abdicando, dice el articulista
en el diario norteamericano.
Caparrós no entiende la
abdicación como su renuncia en favor de su hija la princesa Leonor, sino
como poner fin a la monarquía en España. "Usted en la pantalla
anunciando que quiere ser un ciudadano como todos", sería el anuncio de
renuncia de Felipe VI, según el autor del escrito.
El argentino invita al monarca a
"vivir como uno más, hacer las cosas por su propio esfuerzo, porque
entendió que privilegios como el suyo, por puro mérito de cuna, ya no
tienen ningún sentido en estos tiempos; que todos los españoles deben
ser iguales y que eso lo incluye", dice. Caparrós califica como "caduca y
caducada" la institución que representa don Felipe y propone acabar con
ella.
En este artículo del New York
Times, Martín Caparrós recomienda al rey que ponga fin a la monarquía
dentro de unos años, cuando se haya resuelto el caso Nóos que salpica a
su hermana Cristina y así "todos puedan apreciar la grandeza
inmarcesible de su gesto".
ESPAÑA BOTÍN DE GUERRA DE LA OLIGARQUÍA
Por Pedro Taracena Gil
No son
pocos los aspectos que hacen de nuestra monarquía parlamentaria, un régimen
imperfecto por su origen y su anacronismo. La Constitución Española de 1978 se
construyó bajo la tutela de los escombros de la dictadura. El Ejército, la
Iglesia, el Capital, los Caciques y los Borbones. Todos con mayúscula por la
importancia de su intervención. La dictadura fue una amalgama de desechos
rechazados por Europa desde la primera mitad del siglo XX: El
nacionalcatolicismo, el fascismo, la monarquía y la dictadura. En 1931 nuestro
país, se dotó de la Constitución de la República Española, hasta 1939.
En el año
1936, el Capital constituido por la Oligarquía Económica de siempre y los
prolegómenos del actual Oligopolio Energético, decidieron dar un Golpe de
Estado contra la República que provocó la Guerra de Civil y como consecuencia
de la Victoria, exaltaron a Franco como Caudillo de España por la Gracia de
Dios y Generalísimo de los Ejércitos. Implantando una sangrienta Dictadura y
consumando el genocidio planeado desde antes del 18 de julio de 1936.
La muerte
del Dictador en 1975, no supuso ningún cambio en los planes de aquellos que
realmente manejaron los hilos de la marioneta del pequeño general, aunque gran
sanguinario. El Capital que financió el golpe, provocó la guerra e impuso la dictadura,
no estaba dispuesto a renunciar a seguir administrando España, como si de un
botín de guerra se tratara. Y obraron en
consecuencia. Entronizaran a los Borbones. Consumaron de facto la Alianza Trono Altar y el maridaje Iglesia Estado;
manteniendo el nacionalcatolicismo como seña de identidad española. Escribieron
una constitución burguesa, sin apenas mención expresa a la clase trabajadora,
al servicio del Capital y los Caciques de siempre. Aquellos polvos estos lodos.
En todo este largo periodo desde 1936 hasta 2017, en España, ni ha habido una
oposición real y mucho menos una prensa cumpliendo su función.
No es de
extrañar que la prensa extranjera denuncie las irregularidades de nuestra
imperfecta democracia y nuestra anacrónica monarquía. La Transición fue una farsa.
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