FRANCO, EL CRIMINAL
Durísima
carta de un oficial del Ejército a los 200 militares firmantes del manifiesto
de adhesión a Franco
JUAN
LUIS VALENZUELA
Domingo, 12 de agosto de 2018
Imagen de una de las protestas
celebradas en el Valle de los Caídos contra la exhumación de los restos de Franco.
Imagen de una de las protestas
celebradas en el Valle de los Caídos contra la exhumación de los restos de
Franco.
A muchos sorprendió el amplio
respaldo que un democráticamente dudoso manifiesto pro defensa de la memoria
del general Franco ha tenido entre ex altos mandos militares. Casi 200
militares retirados suscribieron este documento en el que se defiende y
enaltece la figura de Franco, se critica la “campaña infame” de la izquierda
memorialista y se resalta que la figura del dictador "ha sido vilipendiada
hasta el extremo". También censuran la "perversa pretensión" de
esta misma izquierda de exhumar los restos del dictador del Valle de los
Caídos, monumento que califican como un "símbolo de la
reconciliación". Entre los firmantes, en su mayoría generales, tenientes,
coroneles, almirantes y capitanes de fragata ya retirados y, por lo tanto, con
derecho a expresar opiniones políticas, se encuentra un ex asesor del Jefe del
Estado Mayor con el Gobierno del Partido Popular.
Pero no todos los militares,
especialmente los actuales se identifican con el retrógrado manifiesto. Ni tan
siquiera algunos de los oficiales también retirados como los firmantes. Uno de
ellos, el oficial retirado del Ejército del Aire Floren Dimas Balsalobre, ha
reaccionado en términos muy duros frente a este panfleto nostálgico, casposo,
predemocrático y rancio.
Floren Dimas que, además de
investigador histórico, es un gran promotor de la reparación de las víctimas
del franquismo y crítico con la ley de la memoria histórica por tímida, ha
contestado de la manera siguiente en una carta que ha hecho pública:
“Permitidme que os tutee, a
vosotros que siempre tratabais de tú a vuestros subordinados, para entendernos
mejor en el plano de igualdad en que nos ha colocado nuestra condición de
retirados. He sido y soy militar por vocación, y si pertenecí a las fuerzas
armadas españolas en las postrimerías del franquismo, no lo hice por adherirme
como soporte de la dictadura, si no por coherencia con mis propias habilidades
y expectativas personales, porque el ejercicio de la profesión de militar no es
prerrogativa de ningún general, por muy generalísimo que sea, ni de ningún
régimen por mucha intención que tengan de patrimonializar la carrera militar.
Vais por seiscientos los que
habéis firmado el Manifiesto pro defensa de la memoria del general Franco, el
Franco militar y no el político”, según decís en vuestro escrito, como si fuera
posible la paranoica tarea de deslindar el Franco-militar del
Franco-político-dictador, queriendo quedaros con el segundo teniente de 17 años
y con el general de treinta y tres, como enaltecido ejemplo de disciplina y
demás valores militares, renunciando a la carga histórica personal del resto de
su legado. ¿Disciplina decís…? Recordemos cómo fue aquello”.
Franco,
traidor a su juramento
Prosigue la carta de Dimas
recordando que “En los cuatro días posteriores al decreto de 23 de abril de
1931, como todos los militares de carrera, el general Franco realizó
públicamente la siguiente promesa: Prometo por mi honor servir bien y fielmente
a la República, cumplir sus leyes y defenderla con las armas, el más importante
y solemne compromiso que vinculaba a un militar con el ejercicio de su
profesión. Nada perdía quién no lo hiciese, porque la ley respetaba sus pagas
al abandonar las fuerzas armadas. Y no obstante Franco prometió. El 18 de julio
de 1936, este mismo general levanta contra la República las armas que esta le
había confiado para su defensa. Estamos ante la comisión del más grave delito
que un militar pueda cometer, por el que renuncia al honor como un valor moral
para guiar sus actos en todos los sentidos de la vida. Así que Franco no fue
disciplinado, si no un traidor.”
El
Caudillo un “criminal de guerra” con un “régimen fascista”
Y en esta parte de la misiva es
donde el oficial retirado del Ejército del Aire se muestra más contundente
contra la figura del dictador al que no duda en endosarle calificativos como
criminal de guerra o convicto: “No voy a hacer alambicados razonamientos de
carácter historiográfico, por innecesarios, para convenceros de que Franco fue,
además de desleal, un criminal de guerra, un convicto de los delitos de
crímenes contra la humanidad y crímenes contra la paz. Y no lo digo yo, lo dijo
la ONU en su resolución 39/1946 declarando: "…En origen, naturaleza,
estructura y conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter
fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania
nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini.”
Franco
y Hitler, Alemania y España
En esta parte de su texto Dimas
compara la situación de la figura de Hitler en Alemania:
“Hacer abstracción de la
personalidad militar, separándola de la política del personaje, para justificar
una y no cuestionar otra, es un ejercicio de imposible comprensión que solo el
cinismo puede justificar, pues esa misma razón llevaría a vuestros
correligionarios nazis a reivindicar el culto a la memoria de Hitler, basándose
en el valor acreditado por el cabo Adolf Hitler, acreedor que fue de la Cruz de
Hierro en la I Guerra Mundial, desvinculándolo de su papel como promotor de la
II Guerra Mundial y del Holocausto”.
“Patriotismo
zarzuelero”
Piensa el autor de esta carta que
“es aterrador poder ahora certificar que, tal como sospechábamos algunos,
estábamos mandados por los herederos ideológicos de los que hicieron la guerra
con Franco. Debíamos soportar para no renunciar a nuestra vocación, tener que
sufrir vuestros discursos de inflamado patrioterismo zarzuelero, mientras en
las salas de banderas, en las cámaras y cafeterías de oficiales, en los clubs y
durante las conversaciones relajadas al final de las maniobras, os dedicabais a
soltar la retestinada devoción que os merecía la dictadura franquista y las
“glorias” de aquel dictador despreciable y felón.
Hasta la caída del muro de
Berlín, el Día de las Fuerzas Armadas alemanas fue el 20 julio. ¿Sabéis qué se
conmemora en esa efemérides? El atentado contra Hitler en la “guarida del
lobo”. Una acción que, aunque frustrada, dignifica el compromiso de altos
mandos y civiles alemanes para acabar con el tirano; desde entonces cada 20 de
julio en el patio de armas del Bendlerblockde Berlín, tiene lugar una solemne
ceremonia en la que los mandos del Ejército, de la Armada y de la Luftwaffe,
recuerdan y rinden homenaje a aquellos héroes que sacrificaron sus vidas para
acabar con el dictador. Al revés que vosotros, los firmantes del Manifiesto de
adhesión a la memoria Franco, que amparáis vuestro falso patriotismo
envolviéndoos en la bandera de España, soñando que lo hacéis con la bandera del
aguilucho bajo la sombra siniestra del recuerdo al dictador.
Tenéis la suerte de vivir en una
Democracia, ganada y regada con la sangre y el sacrificio heroico de los
compatriotas que se opusieron al régimen de vuestro caudillo, democracia que
por incompleta y poco desarrollada, os permite decir lo que decís, porque de
estar en Alemania exaltando la figura del cabo Adolfo, ya adivináis el lugar
donde podíais estar todos concentrados en estos momentos”.
Un
manifiesto susceptible de delito de enaltecimiento del terrorismo
En la parte final de la carta
abierta Dimas tildan de “desafío contra el gobierno legítimo” y de
“enaltecimiento del terrorismo” el texto del manifiesto pro Franco: “El vuestro
no es solo un manifiesto pro franquista, es un desafío frontal y beligerante
hacia el Gobierno legal y legítimo de España, que este no puede tolerar sin
hacer dejación de su obligación de hacer respetar las leyes, y entre ellas el
artículo 578 del Código Penal que se refiere al delito de enaltecimiento del
terrorismo, porque terrorista fue el régimen de vuestro adorado Franco y a sus
acólitos, vivos o muertos, haciéndolos objeto penal del artículo 607 bis que
señala y castiga los delitos de lesa humanidad, aquellos que justificáis con
vuestra fina cirugía mental, como si con el Valle de los Caídos estuviésemos
ante el debate de qué hacer con los restos del doctor Jekyll y mister Hyde. No
se puede diseccionar la figura de Franco separando al Franco-bueno del
Franco-malo. Solo hubo un Francisco Franco, el que traicionó su promesa,
promovió una cruenta guerra civil y sumió a España y a los españoles en una
dictadura de cuarenta años, llenando las cunetas de nuestra patria con decenas
de miles de asesinados”.
Volar
con dinamita el Valle de los Caídos
El ex oficial del Ejército del
Aire pide que se dinamite el Valle de los Caídos con este epílogo: “En 1945,
una disposición del Mando Militar Aliado en Berlín, ordenó que todos los
monumentos de exaltación del nazismo “fuesen volados con dinamita y su escombros
triturados y convertidos en gravilla de obra pública”. Los que de vosotros
estén de acuerdo en manifestar públicamente su acuerdo con aquel decreto que dé
un paso al frente”.
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