A MI ABUELA
Allí en
el fondo del baúl estaban las cartas, escritos y documentos de mi época pía
cuando levitaba… Desde la década de los cincuenta.
Después
de leer toda esta producción, he llegado a la conclusión meditada de que yo
estaba enfermo. Muy enfermo. Pero con difícil cura porque en mi entorno nos
retroalimentábamos del mismo fanatismo. La sociedad vivía en un psiquiátrico
gigante. Y aquellos que habían roto con el paradigma imperante, eran los malos,
inmorales y perversos. Nosotros éramos la salvación. El Nacionalcatolicismo nos
acogía en su seno…
Este
planteamiento no es una justificación retórica, es una certificación. Yo fui un
enfermo. Muy enfermo y lo más grave es que no era consciente de ello. Tiempo
perdido o periodo de aprendizaje con un coste muy elevado…
A partir
de sufrir el Servicio Militar obligatorio, tomé consciencia de lo que era el
maridaje Iglesia-Estado y la Alianza Trono-Altar. Y poco a poco fue apostatando
de la religión y sobre todo de sus ministros. Y organicé mi vida como si Dios
no existiera. Descubrí mi propio Renacimiento y los valores republicanos y el
laicismo.
Como
resultado hemos logrado mi compañera y yo. una familia del siglo XXI al margen
de lo establecido como preconizó el Régimen del 78, la Monarquía y el Nacionalcatolicismo.
La tradición nacional de España.
En el
baúl aún quedaba el poema que dediqué a mi abuela. Los documentos referidos
anteriormente los destruí con saña acompañada de sentimientos de libertad. Sin
embargo, el poema dedicado a mi abuela lejos de destruirlo, me ha servido para
hacerle un homenaje de reparación, de aquella barbaridad que yo escribí a modo
de despedida…
Acuden a mi mente epítetos que se me ocurren a la hora de etiquetar mi felicidad y mi libertad:
¿Agnóstico?
¿Ateo? ¿Renegado? ¿Apóstata? ¿Librepensador? ¿Libertario? ¿Anticlerical?
¿Liberal según Mariana Pineda? (*). No sé, quizás he logrado sin proponérmelo,
descubrir el pluralismo del humanismo que estable LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE
LOS DERECHOS HUMANOS de 1948.
(*) LIBERAL:
Mariana
Pineda versus Esperanza Aguirre, Isabel Díaz Ayuso
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/mariana-pineda-luchadora-por-libertad_16811
EJERCICIO DE LA BUENA MUERTE SEGÚ LA IGLESIA CATÓLICA
"Cuando mis pies, fríos ya, me adviertan que mi carrera en este valle de lágrimas está por acabarse; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.Cuando mis manos trémulas ya no puedan estrechar el Crucifijo, y a pesar mío le dejan caer sobre el lecho de mi dolor; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.
Cuando mis ojos, apagados con el dolor de la cercana muerte, fijen en Vos por última vez sus miradas moribundas; Jesús misericordioso, tened compasión de mí".
Un anacronismo medieval
MI ABUELA
Abuela, la vida se escapa
de tus manos, como figura
de humo
desvanecida en el viento.
Tus pies ya torpes,
se encaminan a la tierra,
de donde Dios te sacó.
Abuela, Él te llama,
¿No oyes su llamar?
No te dé pena dejarme,
te vas con Él, pues más
que
yo Él te ama.
Abuela no sientas
nostalgia por mí
Él te lleva para posarte
en sus Eternas Moradas.
No sientas penas, abuela,
por esta vida que
despides,
tan llena de inquietudes
con fatigas.
¿Abuela no sientes su
llamada? Dile que te ayude
a cruzar el pórtico
de tan barroco tránsito,
que Él con su Gracia
puede.
Cuando todo tu ser,
¡Ay! Abuela, tiemble ante
el último escalofrío
que te producirá
el perdurable sueño,
clava tu mirada en Él
y tan sólo en Él.
¡Fiel esposo de tu alma!
Después, deja pasar,
Abuela, por tus labios
la débil paloma,
descarnada
por el sacrificio
expiatorio,
de tus pecados. Y en ese
preciso momento: ¡Dios
mío!
Tened piedad de ella,
que es mi abuela.
Abuela, madre de mi madre.
Mi segunda madre. ¿No oyes
su
llamada? Ve con Él,
que más que yo Él te ama.
Abuela, déjate llevar,
no sientas nostalgia por
mí…
Pero espérame,
abuela, que yo,
en llegar no tardaré.
Abuela, ¿no sientes su
llamada?
Es Él, quien te llama…
Parte ya mi querida abuela.
Pedro
Tu nieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario