jueves, 8 de octubre de 2020

HOMENAJE A LOS REFUGIADOS


Es mi deseo compartir esta página con Alfonso Pelayo, republicano y entrañable humanista. 

Pedro Taracena




 Versión Marina Rossell

Con este aire de meteco,
judío errante, pastor griego,
y mis cabellos a los cuatro vientos;
y este mirar tan indeciso,
ahora amargo, ahora endulzado,
de días buenos y de mal tiempo;
quizás hago pinta de haber sido
ladrón de frutas y de trigos,
de campos que acaricia el sol,
pero es que me AJEC y hago el amor
como he jugado y me he perdido,
sin nunca perder-m 'del todo.

Con este aire de meteco,
judío errante, pastor griego,
y mis cabellos a los cuatro vientos,
y estos mis ojos descoloridos,
verdosos, azules, medio oscurecidos;
me hago espejo de todos aquellos
con quien he sufrido, con quien he disfrutado,
porque mi corazón no se ha rendido
ni arrepentido de ir más lejos,
de donde alguien dice que nos detenemos
si no queremos ir al infierno,
algo que nunca me he creído.

Con este aire de meteco
judío errante, pastor griego,
y mis cabellos a los cuatro vientos,
vengo a encontrarte ya sentir
como es de inmenso este camino
que aún volvería a hacer;
camino de todos los olores
del jazmín de mis recuerdos
de Alejandría y de Estambul;
y como quisiera perderlo me
y enamorarse me como ayer
años que se m'acluquin los ojos.

Y como quisiera perderla me
y enamorarse me como ayer
años que se m'acluquin los ojos.


Versión de Eva Dénia

Con esta pinta de extranjero,
judío errante y pastor griego
y con el pelo a los cuatro vientos.
Con estos ojos sin color
que hacen que parezca un soñador
cuando de soñar, ya no sé nada.
Con estas manos de forastero,
bohemio y músico callejero
que han afán en tantos jardines.
Con estos labios que han besado,
como han bebido y mordido,
que esperan siempre otros festines.

Con esta pinta de extranjero,
judío errante y pastor griego,
de ratero y vagabundo.
Con esta piel que tiene el calor
de todos los soles de cada verano
y tantos amores que ya no lo son.
Con este corazón que ha sabido hacer
sufrir tanto como ha sufrido
sin decir nunca ni mucho ni poco.
Con esta alma que ya
no pienso que se pueda salvar
ni de las brasas, ni del fuego.

Con esta pinta de extranjero,
judío errante y pastor griego
con el pelo a los cuatro vientos.
Te buscaré y te llevaré conmigo,
serás la fuente de mi camino
donde me beberé los veinte años que tienes.
Entonces seré príncipe fiel,
adolescente o bien rebelde,
como a ti te plaga de escoger
y juntos haremos de todo momento
instantes de amor eternamente
que reviviremos hasta morir.

Y juntos haremos de todo momento
instantes de amor eternamente
que reviviremos hasta morir. 

LOS REFUGIADOS


















MIS CABELLOS AL VIENTO

Autor (es): Georges Moustaki

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