EL
DISCURSO DEL REY
Felipe
VI en su discurso no ejerció de árbitro, no moderó nada y tampoco
reguló el funcionamiento sobre todo la actuación de los ministerios de
Interior y de Justicia. Fue juez y parte de su propia sentencia. Jamás se
olvidará su filípica de odio larvado hacia el pueblo catalán. Se olvidó de que
el día1 de octubre los Cuerpos y Fuerzas de su Graciosa Majestad, se ensañaron
contra mayores y pequeños con inusitada violencia, en los colegios electorales.
Parece ser que, por orden judicial, pero ni un solo juez eludió esa acusación.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo. ¡Qué vergüenza en pleno siglo XXI en la
Europa civilizada!
De qué se extrañan los franquistas de que Felipe VI sea declarado persona non grata en Catalunya.
Si leemos el artículo 155 de la Constitución, allí se consagra fuerza violenta para custodiar la Unidad de Estaña de cuya unidad el Rey es garante. "Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general".
No hay comentarios:
Publicar un comentario