El desarrollismo trajo la
sociedad de consumo y las crisis de toda índole y naturaleza han traído la
desigualdad, la pobreza, el hambre y la muerte. Sí, tremendista, tráfico,
agorero, todo menos negacionista.
En España gozamos de un Estado de
Derecho de dudosa legitimidad. Sí y por qué digo esto. Pues porque ha convenido
a las fuerzas vendedoras del Golpe de Estado, la Guerra Civil, la Dictadura, la
Transición, la Monarquía y el Juancarlismo, confundir cargado de
malicia, tres valores absolutos que ellos han relativizado. Han confundido con
perversa intención, la Legitimidad, la Legalidad y la Justicia.
No hay que ser muy avezado en
Historia con mayúscula para encontrar la cadena de eslabones que alternan la
legitimidad con la legalidad y la legalidad con la justicia. Todo ello no
hubiera sido posible sin el concurso de las fuerzas económicas que han
financiado a los secuaces del Régimen del 78 y sobre todo los Medios de
Comunicación que, auténtica pléyade de impostores del periodismo, todos los
días escriben en las redacciones y publican el mismo NODO en todas las
televisiones y emisoras de radio.
Este preámbulo me va a servir
para escribir tres ensayos que demuestran que el consumo está por encima de los
demás valores:
LA PUBLICIDAD Y LOS NIÑOS
LOS CRÍMENES LEGALES EN TIEMPOS
DE PAZ Y DE PANDEMIA. En preparación.
LA SOCIEDAD DE CONSUMO Y EL
CORONAVIRUS. En preparación.
LA PUBLICIDAD Y LOS NIÑOS
Cada niño tiene derecho a su vida
privada. Las leyes deben proteger la privacidad de los niños, a su familia, su
hogar, sus comunicaciones y su reputación (o su honra) contra cualquier
agresión.
Derecho a ser protegido contra el
abandono y el trabajo infantil.
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como
ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus
hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.
https://www.unicef.org/lac/historias/10-derechos-fundamentales-de-los-ni%C3%B1os-por-quino
Los niños
y niñas tienes sus derechos.
Los niños
y niñas no deben trabajar.
Los niños
y niñas tienen derecho a su privacidad.
Los niños
y niñas tienen derecho a proteger su pudor.
Bajo estas premisas los padres o
tutores no les asiste el derecho de exponer a los niños y niñas a la
explotación publicitaria. Es evidente que la sociedad de consumo nos ha llevado
a exponer y explotar a niñas y niños en un casting para conseguir un contrato,
como si fueran actores profesionales. Efectivamente engañados bajo el eufemismo
de que ello es un juego. La sociedad de consumo es cómplice como lo es de todo
el consumo irracional y en muchos casos criminal.
Lo grave e ilícito de estas
premisas, es que la respuesta es inmoral.
Los niños y niñas tienes sus
derechos, pero los administran sus padres.
Los niños y niñas no deben
trabajar. No trabajan, pero su actuación en el anuncio son sus padres quietes
cobran.
Los niños y niñas tienen derecho
a su privacidad. Los padres abusan de la voluntad de sus hijos como si fueran
disminuidos psíquicos. Es un engaño manifiesto.
Los niños y niñas tienen derecho
a proteger su pudor. Los padres de estos niños no se han preguntado qué
pensarán sus hijos cuando tengan uso de razón y se vean arrastrándose por el
suelo con un pañal que les recuerda su época infantil, cuando aún no habían
logrado la contenencia.
La sociedad de consumo engulle todo
lo que la echen… En no pocos casos de forma criminal.
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