viernes, 23 de julio de 2021

EN ESPAÑA VIVIMOS EN LA MENTIRA Y NOS PELEAMOS POR ENGAÑARMOS LOS UNOS A LOS OTROS

 


LA PANDEMIA EL CONFINAMIENTO Y SUS CONSECUENCIAS

“El poder de los sin poder” es el libro pragmático de Václav Havel: una serie de ensayos políticos en los que su autor sostiene que el mundo dominado por la técnica debe evolucionar hacia otro en el que una «revolución existencial» dote de un contenido auténticamente humano a las nuevas estructuras políticas y sociales.

  VACLAV HAVEL

 “El poder de los sin poder es sin duda alguna uno de los grandes ensayos políticos de la Europa del siglo XX. Es un llamamiento moral a los ciudadanos para que no acepten ser cómplices de la tiranía y opten por asumir su responsabilidad. No es un plan de gobierno, sino un auténtico alegato ético por la verdad y la libertad”.

 El Coronavirus ha puesto a prueba a las civilizaciones contemporáneas sin distinciones: la oriental, occidental, cristiana, musulmana, judía, hindú, budista, sintoísta… Nadie se ha librado.

 ETAPAS DEL CORONAVIRUS

 Plaga de dimensiones bíblicas

Pedro Taracena Gil

 Sorpresa

Diagnóstico

Declaración de Pandemia bajo la denominación de COVI19

Olas: 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª y no renunciaremos a la 6ª.

Pánico, desorientación, confinamiento, tempestad “Filomena”.

Llegada de las vacunas. Y vacunación masiva.

Residencias de Mayores: contagio, aislamiento, abandono, ausencia de asistencia médica, enfermedad, soledad y muerte.

Frustración traumática de los familiares ante un Palacio del Hielo convertido en una escandalosa tercermundista Morgue.

La salud y la economía han mantenido una gigantesca farsa. Han pretendido salvar la hostelería y han pretendido salvar al mismo tiempo los hospitales.

La ciudadanía ha sacado del baúl lleno de valores de consumo, lo peor que había conservado hasta este momento, y ha dado prioridad a las fiestas clandestinas, los botellones, los viajes de menores de final de curso, las terrazas, los pisos ilegales para albergar al turismo barato de sol y borrachera. Han asaltado la libertad que creían arrebatada.

Ya no importa el cinismo y la hipocresía de los busto-parlantes de los medios de comunicación que, al servicio del ilegítimo Régimen del 78, han apuntalado la refriega política y jurídica al servicio del caos. Sin soluciones para acotar de alguna manera la sangría de vidas en este país, Todos los contendientes de los Poderes del Estado y el Tribunal Constitucional, ha demostrado total frivolidad.

El aparato del Estado con todo el boato cínico de que es capaz, rinde homenaje a las víctimas justificando que no se podía hacer más… Farsa colosal. Y esta sociedad producto de la Sociedad de Consumo, no ha tenido un comportamiento a la altura del drama que se estaba viviendo. Los medios han sido muy blanditos retrasmitiendo auténticos aquelarres alcohólicos, rematados por fallos judiciales ajenos a la tragedia que estamos viviendo.

En España vivimos un auténtico esperpento. Los hospitales saturados, testigos de la muerte de sanitarios y enfermos por falta de medios. Mientras los trabajadores de los hospitales morían exhaustos, la frivolidad de la hostelería luchaba contra el confinamiento, el toque de queda y trataba de burlar de las normas.

Las llamadas olas, vamos por la 5ª, son una mentira encubriendo de una verdad científica. La verdad científica son las raíces, pero los rebrotes de infección son motivados por el compartimento de los ciudadanos. En esto como en todo, los medios de comunicación están al servicio de quienes les pagan, que no es el quiosco precisamente. La sociedad de consumo ha creado consumidores irracionales al servicio del proceso económico de unos pocos. Y se han servido de los impostores del periodismo. Corruptores del artículo 20 de la Constitución.

Cuando hablamos del comportamiento en general de los españoles frente a la pandemia, es preciso remarcar los valores cualitativos y cuantitativos. Porque sería muy simple decir que no todos han practicado tal o cual virtud y no todos son ciudadanos corrompidos por el consumo y la insolidaridad.   

 El contagio y la muerte del Coronavirus no entiende de matemáticas y menos de porcentajes, Un solo comercio que se salte las normas es igual de grave que en un concierto se relaje la profilaxis, aunque sea una minoría frente a miles.

¿Qué estamos aprendiendo?

En nuestro comportamiento individual, Nada.

 Y me gustaría estar en un error y que alguien me sacara de él…

Vivimos en la mentira cómodamente…

 



 

 Estas dos imágenes nos escandalizan más que los crímenes legales cometidos contra los mayores en la sangrientas residencias de ancianos. 








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