domingo, 22 de julio de 2018

UNA CÁRCEL PARA CURAS



PERPETUA ALIANZA TRONO ALTAR




La Cárcel del Concordato

Ni justicia, ni perdón

El último preso que salió de aquella prisión fue Julen Kalzada, quien recuperó la libertad en 1976. Actualmente, la vieja prisión de Zamora está abandonada. Vivió su momento de gloria comercial hace algunos años, cuando el cineasta Daniel Monzón optó por estas instalaciones para rodar allí Celda 211. En cambio, nada se sabe sobre los carceleros: para los funcionarios del régimen franquista hubo, al igual que para todos los demás integrantes de la dictadura, absoluta impunidad. Tampoco ha habido novedades desde los altares: la Iglesia jamás pidió perdón por su siniestro papel en esta historia.

“Extrañamente, este colectivo tampoco ha tenido aún el reconocimiento del actual Gobierno Vasco: sus decretos por la Paz y la Convivencia silencian este capítulo de la represión”, lamenta Zulaika, quien califica esta actitud como “incomprensible”.

En ese contexto, las víctimas que pasaron por aquel presidio siguen buscando justicia. Como aquí no la encontraban, han tenido que hacerlo a miles de kilómetros: actualmente, los testimonios de 16 curas vascos encarcelados en Zamora forman parte de la querella formulada en Argentina contra los crímenes de la dictadura franquista. 50 años después de la apertura de aquel presidio, sus víctimas siguen peleando contra el olvido.

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